El mundo cada vez es más volátil, in- cierto, complejo y ambiguo, y los ci- mientos de las organizaciones son las personas que conforman la empresa, por lo que es necesario ligar los obje- tivos de negocio con los de desarrollo personal, acercándonos cada vez más a ser una organización enfocada en el desarrollo. El desarrollo personal no es una moda, ni debe ser solo una razón para buscar prestaciones adicionales, sin un propósito como el solo tener bocadillos libres, áreas de descanso, esparcimiento o gimnasio en la ofici- na, sino que se vuelve la gasolina y la maquinaria para crecer los límites de la organización en conjunto. La relación entre el potencial humano y el potencial organizacional debe alcan- zarse en un balance, de lo contrario la segunda queda limitada por la primera. Satisfacción personal, la búsqueda de significado, felicidad y satisfacción al experimentar el propio crecimiento, reconociendo y superando las propias limitaciones, convirtiéndonos más en lo que venimos a hacer, así como las comisiones, sueldos, bonos, y demás prestaciones… todo debe encontrarse en el mismo lugar de trabajo, encon- trando un nuevo ingreso: el regalo de nuestra labor día a día. Es necesario integrar el desarrollo per- sonal directamente en el trabajo, ayu- dar a la gente a maximizar el aprendi- zaje al recibir y dar retroalimentación y entrenamiento para lograr que el de- sarrollo personal y el del negocio sean una sola cosa. Bob Kegan señala que cuesta el doble de energía fingir y esconder quien real- mente eres, que ser honesto, además de esta manera puedes crecer y tener el soporte para hacerlo. Cuando el crecimiento personal comien- za a desdoblarse, impacta el revenue del negocio. Cuando fallamos y lo recono- cemos, creamos las condiciones para aprender y mejorar nuestra flexibilidad.
La retroalimentación debe ser cada vez más una manera en la que mostremos nuestro interés por los demás, en lugar de la manera tradicional de regaño o de querer controlar, o sobresalir y mini- mizar al otro, aceptando que podemos hacer más y ser mejores y que tenemos debilidades. Durante el libro, los autores plantean una buena analogía: para ser un gran tenista tienes que trabajar en tu “revés”, donde te sientes menos cómodo. La mayoría de nuestras limitaciones vie- nen de los problemas que nos genera el sentirnos confiados de más o tener poca autoestima. Si además de no trabajar en esas limi- taciones, el trabajo carece de sentido, las personas buscan actividades afuera de él que les provean de ese sentido, a menudo en forma de voluntariado. La respuesta es integrar el servicio a los demás y el sentido que la gente obten- ga de ese servicio, en el trabajo, mez- clándolo en la cultura. Es innegable que cuando sentimos nuestro propio crecimiento y cuando participamos en actividades que tam- bién ayudan a otros (incluido ayudar a nuestros colegas a crecer), podemos experimentar verdadera riqueza en for- ma de felicidad sostenida a largo plazo. Esta forma de riqueza no se puede ob- tener en el sueldo sólamente. “Regocíjate con tus imperfecciones o muere de hambre con tu ego”. —Bryan Ungard, Decurion Nos leemos el próximo mes. DRPN
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