Empresas 2030

mos colaborado con las y los produc- tores agrícolas, para cocrear soluciones adaptadas a sus necesidades y con- textos locales. Además, buscamos re- generar y mejorar los sistemas agríco- las que ayudan a restaurar la salud del suelo, conservar el agua y promover la biodiversidad. El programa apoya a productores y productoras de plátano, cacao y aceite de palma en los estados de Campeche, Tabasco y Chiapas, con cosechas sostenibles. A lo largo de tres años, Agrovita ha beneficiado a más de 34 000 perso- nas ; 37% de ellas mujeres. Además, este programa ha brindado capaci- taciones y talleres a 1516 pequeños productores y productoras en di- versos temas, como agricultura re- generativa, educación financiera, asesoría legal y emprendimiento. Gracias a Agrovita, también, se han implementado prácticas regenera- tivas en 8543 hectáreas y 14 jardines

comunitarios para autoconsumo de plantas medicinales, hortalizas y frutas. De estos últimos, tres jardines han logrado ya excedentes para su comercialización; lo que permite un ingreso extra y, con ello, una mejora integral al ingreso familiar. Uno de los casos de éxito al incluir a estos pequeños productores a nues- tra cadena de valor es el lanzamien- to de Natuchips en México, una bota- na hecha con plátano verde cultivado por agricultores de Tabasco y Chiapas. Tras tres años de pruebas, finalmente en septiembre de 2023 comenzamos a comprar plátano a nuestros socios agricultores del programa Agrovita. Incluso acompañamos a algunos en la constitución de sus cooperativas, con lo que 24 pequeños productores han vendido más de 230 toneladas de plátano verde a PepsiCo y se han crea- do 39 empleos directos.

Aunado a las capacitaciones que se otorgan, el programa traslada el cono- cimiento sobre agricultura regenera- tiva a las comunidades cercanas. Por ejemplo, se realizó la instalación de cu- atro huertos de traspatio en Centros de Atención Infantil y Centro de atención para Ciegos, en colaboración con el DIF de Villahermosa; con lo que más de 700 personas de la comunidad han sido beneficiadas directamente. Al reconocer y valorar la contribución de los pequeños productores, no solo se honra su labor, sino que también se impulsa un desarrollo más equitativo y sostenible, y se fortalece la economía rural para avanzar hacia la meta de una soberanía alimentaria real.