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De manera colaborativa marcas y so- ciedad pueden unir esfuerzos para dis- minuir la cantidad de deshechos que generamos y reflexionar sobre nuestras prácticas de consumo y producción. EL ABC DEL DESPERDICIO DE ALIMENTOS La pérdida y el desperdicio de alimentos es la reducción de la cantidad o calidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro alimentaria. Lo anterior ocurre desde la cosecha y producción agrope- cuaria, almacenamiento, procesamiento/ transformación, hasta su distribución. El desperdicio de comida se produce desde el nivel mayorista de la venta, e incluye la comercialización al por me- nor (tiendas de autoservicio y merca- dos) y las diferentes fases de consumo (restaurantes, establecimientos de ser- vicios, hasta llegar a nuestros hogares). En México se calcula que se pierden o desperdician más de 30 millones de toneladas de alimentos al año, el equi- valente al 40 % de toda la producción de alimentos. La pérdida de alimentos además ge- nera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y por ende contri- buye al calentamiento global; en el Mé- xico se generan aproximadamente 36 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que corresponde a las emi- siones anuales de 15.7 millones de ve- hículos (o bien, la flota vehicular de la zona metropolitana de la CDMX, Jalis- co y Nuevo León al año); sin embargo, esta cifra es muy conservadora ya que refiere sólo al proceso de producción. Del mismo modo, este problema con- tribuye también a la escasez de agua, ya que se requieren recursos hídricos para producir los alimentos que nunca consumiremos. En promedio se estima que 40 millardos de metros cúbicos de agua son desechados por causa del desperdicio de alimentos. Este es un volumen similar al que utilizaría la po- blación nacional durante 2.4 años.

En un mundo donde los recursos natu- rales son finitos y la huella ecológica de nuestras actividades es cada vez más evidente, es imperativo adoptar medi- das que nos permitan vivir de manera más armoniosa con nuestro entorno. INICIATIVAS PARA EVITAR EL DESPERDICIO La Fundación Herdez ha creado dife- rentes iniciativas dirigidas a evitar el desperdicio de alimentos, destacando la importancia de la gestión responsa- ble de alimentos. La fundación ofrece también consejos prácticos para redu- cir el desperdicio en hogares, contri- buyendo significativamente al objetivo común de garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan. Además, en alianza con Red BAMX, Fundación Herdez ha buscado inspi- rar a otros a redefinir las prácticas de consumo y producción, y a adoptar una economía circular, lo que significa reducir el uso de recursos naturales y las emisiones al ambiente a lo largo de todas las etapas de la cadena de pro- ducción, como factor clave para hacer frente a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de la bio- diversidad y la contaminación. Una de las formas más efectivas de re- ducir nuestra huella de carbono y dis- minuir el desperdicio es comenzar con acciones simples en nuestra vida dia- ria. Por ejemplo, tirar menos comida es una práctica que puede marcar una gran diferencia. Cada vez que desecha- mos alimentos, también malgastamos los recursos y la energía que se utilizan en su producción y transporte. Ade- más, los alimentos en descomposición en los vertederos generan metano, un gas de efecto invernadero potente. ESQUEMAS DE INNOVACIÓN La empresa Kigüi logró este mes de marzo un acuerdo con Nestlé México para reducir el desperdicio de alimen- tos e impulsar soluciones innovadoras. Al 2023 Kigüi ha logrado importantes resultados evitando el desperdicio de

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